miércoles, 5 de noviembre de 2008

…El ataque de Peter Pan…

...A través de mis ojos, puedes ver mi vida, puedes ver mi alma, mis sueños, mis alegrías, mis penas y melancolías, incluso mi locura interna, a través de tus ojos puedo penetrar a un mundo tan fácil y a la vez tan confuso, a través de tus ojos puedo ver a un niño reir y a un hombre llorar...
...A través de estos ojos puedes ver diversos mundos...dejarte llevar por diversas emociones...


Es bien sabido que las mujeres utilizamos con más frecuencia el lado derecho del cerebro, más emocional, y los hombres el lado izquierdo, más racional…pero…¿Cuándo dejamos de utilizar uno, para centrarnos un poco más en el otro?...

A lo largo de nuestra vida, varias experiencias van conformando nuestra identidad…vamos puliendo aquellas asperezas que forman parte de nosotros…pero existe quizá un determinado momento en el prefieres no evolucionar y deseas congelar un momento de tu vida…
Llegados a este punto...entras en un ciclo que en un principio no tiene fín…que hace de ti ser pequeño, no pensar en decisiones importantes, auto convencerte de que no necesitas nada más de lo que tienes…y de que si buscas algo…sea efímero, rápido, y a ser posible sin preguntas…

Pero como heroe que se precie, “Peter Pan” tiene su propia “Campanilla”...su amiga del alma, amante en su silencio, personajillo pizpireto que admira y desea a su inestimable compañero. Le cuida en su diario, se preocupa por cada paso truncado que dé…abandonando en alguna ocasión sus propios quehaceres y dedicándole gran parte de su tiempo…
Pero a pesar de sus esfuerzos…Peter no ve más allá de la plumita de su simpático sombrero...él lo tiene todo…es dueño de su vida…nocturnea con “los niños perdidos”… derivando su tiempo en actividades que en los frágiles ojos de Campanilla no desarrollan más que problemas en su identidad…no crece…temiendo quede todo así por siempre…

Pero llegará el día en el que Wendy deje de estar escondida en la sombra…deje la hoquedad de su seco árbol y logre lo que nunca pudo Campanilla…conseguir que Peter Pan vuele alto…lejos de Nunca Jamás…

…Y con mi Peter Pan…creo que nunca dejaré de ser Campanilla…

...A mi "Peter", a "mis niños perdidos"...y a aquellas personas que aún hoy, sostienen mi cordura...

1 comentario:

Carlos ;-) dijo...

ja ja ja... sigue superándote!!